Cuando pensás en una empresa que lleva casi medio siglo adaptándose al mercado argentino, Kel es un ejemplo clarísimo. Desde 1977 viene marcando presencia, primero como distribuidora de libros en inglés y hoy como un referente educativo y cultural que no se quedó quieto ni un segundo. En este recorrido, Mercedes (Mechi para los amigos) — encargada de marketing— comparte cómo se logró sostener este crecimiento y qué podés aprender vos si también estás pensando en crecer en un mercado tan cambiante como el nuestro.
La Fundación de Kel y su Contexto Histórico
Imaginá los 70 en Argentina: la enseñanza del inglés recién empezaba a ser un requisito, pero no había recursos suficientes. Fue ahí donde Kel apareció con una oportunidad clara: importar libros de editoriales inglesas. Esa decisión no solo resolvió una necesidad del momento, también sentó las bases de lo que se transformaría en una empresa sólida, siempre con foco en la educación.
El Inglés Como Pilar en la Educación
Seguro vos también notaste cómo el inglés pasó de ser “un plus” a un requisito fundamental en las escuelas. Desde libros de texto básicos hasta materiales adaptados para zonas rurales, Kel supo estar presente en cada etapa de esta transformación. Con el boom del contenido audiovisual en inglés y la demanda laboral, el idioma dejó de ser un lujo para convertirse en algo esencial.
Diversificación de Productos
No todo quedó en los libros de texto. Con el tiempo, Kel fue ampliando su catálogo: novelas, literatura infantil y material que conecta directamente con la cultura. Si vos sos docente, estudiante o simplemente alguien que disfruta leer en inglés, encontrás en Kel un aliado que entiende lo que buscás. Esta diversificación fue clave para llegar a más públicos y fortalecer la marca.
Innovación en Material Didáctico
Uno de los mayores aciertos fue no quedarse con lo clásico. Kel apostó a libros interactivos, con sistemas fonológicos y hasta materiales que los chicos pueden escribir, borrar y volver a usar. Todo pensado para que el aprendizaje sea más dinámico.
El Impacto del E-commerce
¿Te imaginás arrancar en e-commerce en 1995? Bueno, Kel lo hizo y hoy sus ventas online superan ampliamente a las físicas. La facilidad de comprar desde cualquier punto del país hizo que la marca se consolidara aún más. Y este punto conecta directamente con algo que ya vimos en otras industrias: la necesidad de entender la analítica web para tomar decisiones basadas en datos, no en intuiciones.
Si te interesa cómo las plataformas están transformando los negocios, fijate en Tendencias Mercado Libre Argentina: El Arte de Conquistar la Plataforma en 2025 porque ahí se explica perfecto cómo un buen manejo digital hace toda la diferencia.
Digitalización: Desafíos y Oportunidades
La digitalización no es solo abrir una tienda online. Tenés que aprender a moverte en nuevas plataformas, entender algoritmos y optimizar tu presencia. Kel lo logró gracias a colaboraciones estratégicas con especialistas en SEO y marketing digital, algo que cualquier empresa debería priorizar si no quiere quedar rezagada.
Un paralelo interesante es lo que pasa con el posicionamiento en marketplaces: ¿estás vendiendo junto al algoritmo o al aire? Mirá SEO en Mercado Libre: ¿Estás Vendiendo Junto al Algoritmo o al Aire? y vas a ver cómo las reglas digitales te obligan a pensar distinto.
El Futuro de Kel y la Inteligencia Artificial
Y si hablamos de futuro, la inteligencia artificial ya está pisando fuerte. Mechi y su equipo están experimentando con QR en los libros y nuevas formas de enriquecer la experiencia educativa. Esto no es ciencia ficción: ya existen casos donde la IA potencia el e-commerce, como se analiza en IA para Ecommerce: De Google Shopping a las Compras en ChatGPT.
La clave está en no usar la tecnología solo porque está de moda, sino para mejorar la experiencia real de los usuarios.
Conclusión
La historia de Kel te deja una enseñanza: si querés perdurar, tenés que adaptarte sin perder tu esencia. Desde su fundación hasta la integración de IA, siempre se enfocaron en la educación y en cómo responder a las necesidades del mercado.
Vos, como emprendedor, marca o empresa, podés llevarte este aprendizaje: no se trata solo de vender, sino de innovar, escuchar al mercado y usar las herramientas digitales correctas.