En una reciente conversación con un cliente del rubro moda, me comentaba sus dudas sobre si es mejor invertir en un local físico o en ecommerce. Él afirmaba que el local físico es bastante más rentable que un ecommerce.

En este artículo, quiero explorar esta dicotomía y demostrar cómo ambos canales no solo son distintos, sino complementarios, especialmente en el contexto del marketing digital moderno, mejor dicho, en el contexto del mundo moderno post pandemia.

 

Tráfico y Visibilidad Online

El tráfico es vital, tanto para una tienda física como para un ecommerce. La percepción común de que un local atractivo captará más visitas espontáneas es una idea que necesito desmitificar. En la era digital, captar tráfico online a través de estrategias de marketing digital como SEO, publicidad en redes sociales y Google Ads es igualmente crucial. El ecommerce rompe las barreras geográficas, permitiendo a los negocios alcanzar a clientes en cualquier parte, un beneficio que el local físico no puede igualar. Además, el ecommerce no tiene límite de horario para recibir tráfico, cosa que sí sucede en el establecimiento físico.

Mantenimiento y Operaciones

Mantener un local físico implica costos de infraestructura y personal, mientras que una tienda online, alojada en plataformas como WordPress, Wix, o Shopify, requiere mantenimiento digital, que es a menudo menos costoso y más escalable. Además, como mencionaba antes, un sitio web bien mantenido nunca cierra, a diferencia de un local físico que necesita horarios de atención o hasta puede necesitar semanas de mantenimiento.

Conversión y Experiencia del Cliente

La conversión en una tienda física depende enormemente de la experiencia del cliente y la presentación del producto, factores que también son cruciales online. Sin embargo, las campañas de marketing digital en un ecommerce pueden ser altamente específicas y medibles, mejorando significativamente las tasas de conversión mediante la optimización continua y segmentando correctamente.

Retargeting y Engagement Digital

El retargeting digital permite reenganchar a aquellos usuarios que no convirtieron en su primera visita. En el contexto físico, una vez que el cliente sale de la tienda, las posibilidades de reconexión son limitadas. En cambio, el ecommerce puede aprovechar herramientas de anuncios dinámicos – por ejemplo –  para volver a captar a esos usuarios.

Operatividad y Accesibilidad

Un local físico enfrenta desafíos como horarios, días no laborables, y gestión del personal que no afectan al ecommerce. Una tienda online está disponible 24/7, ofreciendo una accesibilidad constante que mejora la experiencia del cliente y potencia las ventas.

En conclusión, mientras que un local físico puede ofrecer una experiencia tangible y directa con el producto, el ecommerce ofrece versatilidad, escalabilidad y una capacidad de medición y ajuste en tiempo real que es indispensable en la era digital. En Go For, recomendamos una estrategia integrada que utilice ambos canales para maximizar el alcance y la eficacia de tus iniciativas de marketing.